Estaba imaginando en mi mente cómo continuar con mi historia El Ángel de la Muerte, y cayendo en la apatía después de un largo día trabajando en otro proyecto que en teoría debería darme algo de dinero, cuando este artículo de El Mundo llegó a mí en una red social. Me dije a mí misma: qué razón tiene, si es que es así... La cultura está agonizando. La creatividad no es un buen negocio. Internet te da visibilidad (si acaso) pero nada más. Por alguna razón los que consumen música, libros, diseño... ya no dan valor a esos productos, no son conscientes del inmenso esfuerzo que hay detrás de esas creaciones, o si lo son, les importa un comino. Creen que todo ello debe ser gratis. Que están en su derecho de poder descargarse todo de la red de manera gratuita, aunque luego lo dejen olvidado en un rincón.
En otro de mis blogs estoy haciendo una encuesta. Publiqué un libro en papel y quería ver si me merecía la pena publicarlo también en formato electrónico. Pregunté qué precio estaría dispuesto a pagar el lector por él, teniendo en cuenta que la temática es muy específica y supuestamente el que busca un libro así es porque está de verdad interesado en ello. De momento la mayoría ha contestado que no pagaría más de 2 euros. ¡2 EUROS! Entonces es cuando pienso en los dos largos años que me llevó escribir ese libro y su homónimo en inglés, que también lo traduje yo. He de decir que se trata de un libro totalmente inédito y fruto de mi experiencia personal, no es un refrito como muchos de los artículos, blogs y libros de baja calidad que pueblan internet. Eso sin mencionar el largo trabajo de investigación e implicación personal que hay detrás de él. También pienso en el esfuerzo que me llevó aprender yo misma a hacer una portada más que decente para el libro, como las que el lector puede ver en esta misma página, las de mis novelas. Y en las horas que debo invertir publicitándolo, sin que haya notado ninguna diferencia en mis escasas ganancias. Es cuando me doy cuenta de lo poco que la gente valora la cultura y el conocimiento.
Para aquellos que no lo sepan, que supongo que son la mayoría, 2 euros es lo que debería costar leer UNO o menos de estos párrafos (en concreto, 40 palabras de cada párrafo). Si los redactores cobrasen precios decentes por sus artículos, yo no debería cobrar menos de 50 euros por ESTA ENTRADA DE BLOG (un artículo de unas 1000 palabras con foto). Así que imaginaros lo que debería cobrar por un libro de 500 páginas que me costó más de dos años escribir.
Sin embargo, parece que eso no es lo que percibe la mayoría de la población, que ya no da ningún valor a lo que hacemos los autores. No sé si me alegra o me hunde más en la miseria comprobar que el problema no es solo de los autores, sino de los creadores en general: músicos, pintores, artesanos... artistas que por lo visto no tenemos derecho a ganarnos la vida haciendo lo que mejor sabemos hacer. Parece que esto de escribir se ha convertido en un pasatiempo al que cualquiera se puede dedicar. Y por ello todo el mundo se puede dedicar a subir obras mal terminadas a plataformas como Amazon poniendo precios irrisorios, porque claro, si somos autores desconocidos o noveles, nadie va a comprar nuestros libros si los ponemos más caros. Y si queremos que nos conozcan, es mejor regalar el fruto de nuestro esfuerzo. Malgastamos nuestro tiempo REGALANDO nuestro trabajo en blogs y redes sociales, porque así nos damos a conocer... o eso nos han contado.
¿Pues sabéis qué? ESO ES MENTIRA. Como bien dice Juan María Rodríguez en su artículo:
«Mucha web, mucho twitter, mucho facebook.... Pero contratos, ni uno». Todas las conversaciones que tengo con gente del negocio cultural acaban siempre en lo mismo. [...]
He hablado con unos chavales que tienen un negocio cultural sobre ruedas del que no para de hablarse en las redes sociales. Llevarán un año y aún no han visto ni un euro. Los plazos aprietan. Se resquebrajan las ambiciones. El voluntarismo flaquea. Alguna vez han conseguido que les paguen la gasolina, cuando manejan equipos que, por muy de pobres, cuestan miles de euros.
Así no hay manera. Si el dinero no fluye en todas direcciones, nadie saldrá vivo de ésta. Si nadie paga el concierto, el vídeo, la foto, el poema, la cosa, nadie podrá vivir de esto jamás. Hay que mandar la 'visibilidad' al reino de las tinieblas porque yo conozco a ningún frutero que intercambie tomates por visibilidad. No os engañéis, compañeros: creer que haciéndolo gratis os generará algún beneficio futuro es una trampa mortal. Creer que generar miles de likes es todo un éxito solo satisface una pueril vanidad digital.
Llevo tiempo sospechando que eso de "usar las redes sociales para promocionarte" no sirve absolutamente para nada. Bueno, sí, sirve para perder el tiempo. Pero nadie te va a compensar por tu esfuerzo. Nadie te va a dejar ni un mísero euro de donación, al menos aquí jamás nadie lo ha hecho. ¿Y los anuncios? ¿Creéis que se gana dinero con los anuncios de un blog? Sí, quizá si tienes veinte millones de visitas al mes y un gran porcentaje de los visitantes hace clic en el anuncio. Los demás, no vemos ni un euro. Lo mismo con los programas de afiliados. Aun si vendiera uno de esos libros que están en Amazon, ¿sabéis cuánto ganaría? Ni 3 euros por unidad, en papel. Si es en formato electrónico, echad las cuentas, porque si lo pongo a menos de 2 euros, ya me contaréis. Pero no importa, porque ya me he dado cuenta que escribir libros es como cultivar tomates o tener una ganadería lechera. Tú haces todo el esfuerzo pero eres el que menos gana. Algunos ni te dan las gracias en forma de comentario. Y cualquier día cerraré el chiringuito porque evidentemente me moriré de hambre bajo un puente. Lo peor es que eso ocurriría de todas formas aunque me hicieran un contrato de los actuales, tal y como está el mundo laboral. Pero eso es tema para otra entrada.
La verdad es que no sé adónde vamos a llegar. Sí, podéis decir que a mí nadie me pone una pistola en la cabeza para que tenga mi propio blog y me ponga a escribir gratis mis propias historias originales, aunque a este paso acabaré poniéndomela yo misma y apretando el gatillo. Tampoco es que esperara hacerme rica siendo escritora o veterinaria. Solo os pido un poco de por favor...
Entradas relacionadas:
Ser escritor es vocacional.