Mostrando entradas con la etiqueta Locura. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Locura. Mostrar todas las entradas

miércoles, 11 de febrero de 2015

El salto a... ¿la nada?

Bueno... espero que no. Resulta que después de un tiempo pensándomelo, he decidido hacerme redactora profesional y empezar POR FIN a cobrar por lo que escribo. No, no os asustéis, de momento este blog seguirá siendo gratuito (aunque no puedo prometer nada y no lo prometo), porque lo escribo por placer y para desahogarme. Pero viendo que en general los autores pecamos de tontos, no parece que tengamos intención de cambiar ni de unirnos para colaborar juntos, y por otro lado, cualquier día me veo obligada a pernoctar debajo de un puente, pues creo que ha llegado mi hora de dar el gran salto.

Estoy trabajando en ello. Mientras... como estaba aquí esperando algún encargo y las yemas de mis dedos comenzaban a añorar el tacto de las teclas, se me ha ocurrido escribir este post, que puede que sirva como una pequeña declaración de intenciones y para no echarme atrás si mañana me levanto con síntomas de arrepentimiento.

El caso es que estaba buscando citas con gancho para mi nuevo blog profesional (no os digo qué número hace en mi lista, pero quizá deberían declarar la “bloguitis” como nueva enfermedad mental), y encontré varias que me recordaron la razón por la que soy escritora: no puedo evitarlo. Creo que venía en mis genes. Bueno, no, que venía en mi alma, pues no es la primera vez que intento vivir de esto y muero en el intento.

Se me ocurrió publicar aquí esas citas y añadir algunos comentarios de mi cosecha:

“La escritura no es producto de la magia, sino de la perseverancia”.

Richard North Patterson.

Creo que el consejo más valioso que he recibido alguna vez para ser escritora es “Escribe, escribe, escribe”. Da igual si tienes ganas o no. Da igual si te sientes inspirado o no. Escribe. O, en su defecto, lee, aunque sea un diccionario o el paquete de los cereales. Lee y escribe. Yo creo que por poco no nací escribiendo. A los doce años comencé a escribir mi diario personal, y ya no pude parar... hasta hoy. De hecho, igual que le pasa a un amigo mío también escritor, voy necesitando un ordenador que lea mis pensamientos para poder ir más rápido y poder transmitir todo lo que me gustaría decir. Voy tirando con todos mis blogs, varios foros, un diario personal para cada temática, y unos cuantos proyectos literarios... ¡pero nunca es suficiente! Todavía no me he acostumbrado a contar las palabras que escribo al día, pero si lo hiciera seguramente me caería de espaldas.

“Para mí, escribir no es una cuestión de libre albedrío, es un acto de supervivencia”.

Paul Auster.

Por fortuna hace un tiempo que me siento realmente viva, pero hubo un tiempo en el que necesitaba escribir igual que el aire que respiro. Tengo la mala costumbre de funcionar como una olla a presión, voy acumulando vapor hasta que exploto. Escribir es la válvula por la que dejo escapar un poco de ese vapor antes de que sea demasiado tarde. Aunque a veces exploto igual. Cuando eso ha ocurrido, he escrito los mejores pasajes de mis novelas, así que tal vez no sea tan mala costumbre. Al final hay que aprender a sacar provecho de cualquier circunstancia.


 “A lo mejor escribir no sea más que una de las formas de organizar la locura”.

Isidoro Blaisten.

Y este blog es la prueba. Suelo decir que los que parecemos locos somos en realidad los que menos locos estamos, pero quizá solo estamos menos locos porque escribimos. ¿Qué es la locura después de todo? ¿Es un estado mental permanente o transitorio? ¿Es el estado mental de las personas que se niegan a aceptar las costumbres, normas sociales y actitudes de aquellos que pretenden normalizarlo todo? Me voy a hacer la loca y no voy a responder a ninguna de estas preguntas... al menos no hoy, que tengo que ir hacerme la merienda.

“No hay leyes para escribir una novela. Nunca hubo ni habrá”.

Doris Lessing.

Leer esto me produjo un gran placer. No lo suelo decir mucho en público para pasar desapercibida (y porque así no interfiero en las ganancias de los que pretenden enseñarnos algo a los autores, al menos a los que ya sabemos escribir), pero eso es justamente lo que pienso. Y por mí no habría leyes para nada. Pero somos humanos y aún las necesitamos, por desgracia. Ahora, para ser escritor de verdad, estoy convencida de que solo necesitas escribir bien, que dicho sea de paso, no, no es nada fácil. Si es necesario, monto una revolución para extender esta idea. Pero me temo que tampoco será hoy.

“Sé tú mismo cuando escribes. Destacarás como una persona real entre robots”.

William Zinsser.

Por supuesto, esto es consecuencia de lo anterior, o sea, que la existencia de leyes hace que los escritores parezcamos robots y encima apenas nos paguen por escribir. La revolución hay que dirigirla a aquellos que pretenden hacer de los escritores una máquina de hacer dinero que publica siempre los mismos libros. Así se fabrican los best sellers, para los que no lo sepan. Lo malo es que luego hay gente que piensa que porque un libro es un best seller significa que es bueno, como una mujer que vi el otro día en la tele hablando sobre 50 sombras de Grey. A quién vamos a engañar, está claro que es una revolución perdida, porque en el fondo a muchos de nosotros nos gustaría hacernos ricos escribiendo. ¡Despertad, escritores! O seguid siendo robots, vosotros mismos...

“Escribir es una forma sofisticada de silencio”.

Alessandro Baricco.

Sí, esto me pega. A veces ni yo misma recuerdo el sonido de mi voz. Eso sí, en mi cabeza los diálogos son infinitos y alguno de ellos llegan a ser traspasados al papel, pero esos son los menos. Es una pena, porque el mundo se está perdiendo unos discursos que no tienen precio. Soy una autora muy, pero que muy sofisticada. Hace unos años que vengo diciendo que me cansé de ser tan callada. En realidad ahora sigo siendo igual de callada, pero solo porque ya hablo mucho a través de la palabra escrita. Las ganas de gritar son más o menos las mismas ahora que hace setenta años.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Razones para admisión.

Creo que es interesante añadir a mi última entrada esta imagen sobre las razones para internar a alguien en un manicomio de la época. ¿Quedaría alguien fuera? Y en la época actual... ¿será que los locos andamos sueltos y los cuerdos están encerrados?


miércoles, 6 de noviembre de 2013

Bedlam Fayre.

Últimamente me siento como si estuviera atrapada en esta canción de Arena: "Bedlam Fayre". Esta canción pertenece a un álbum llamado "Pepper's Ghost", cuyas letras giran a un tema que por desgracia está muy presente en mi vida: la locura. No por la locura propia, que supongo algo se me ha contagiado, sino por la locura de los que me rodean.

Aparte de estar dedicado a la locura en todas sus formas, este álbum está ambientado en la época victoriana y la atmósfera que estos maestros consiguieron impregnar en él me atrae, me fascina, y me estremece al mismo tiempo. En algún sitio leí que el nombre de esa canción está basado en un lugar que existió de verdad y que hoy se llama The Imperial War Museum, y está en Londres. Era un hospital psiquiátrico conocido popularmente como "Bedlam" (manicomio). Pero es escuchando la música y leyendo las letras cuando la canción de pronto cobra vida y me es muy fácil imaginarme en la típica calle londinense sucia, oscura y maloliente, rodeada de todo tipo de personajes con vestidos de la época: algunos andrajosos, otros elegantes y con sombrero de copa, prostitutas con la cara pintarrajeada, sinvergüenzas, charlatanes, rateros y todo tipo de vividores tratando de engañarte. Esta gente invade todos los rincones de la ciudad, y no puedo dar un paso sin tener que cambiarme de acera, esquivarlos o zafarme de sus manos agarrándose a las mangas de mi abrigo. Me hacen tropezar, me hacen caminar más rápido para huir de ellos, y si me descuido quizá me atrapen y me arrastren con ellos a los lugares más oscuros de la realidad, de los que jamás podré volver a salir, donde me acompañarán por siempre los seres más viles y abyectos de la creación, y yo misma me convertiré en uno de ellos.

Bethlehem Mental Hospital in London in 1896.

No escuchan, no les importa nada de lo que yo diga, jamás me ayudarán a traer algo de cordura a un mundo decadente destinado a la muerte y a la desaparición, al olvido más absoluto y merecido por la raza humana. No importa, déjalos reírse, mofarse y mirarte de soslayo según pasas. No hay nada que puedas hacer para cambiarlos.

No lo ocultaré. A veces es difícil deshacerme del desprecio que siento por mis congéneres. Se requiere un gran ejercicio de humildad y compasión para mezclarme con ellos y tratar de traer algo de luz a la oscuridad en la que parecen regocijarse. No en vano en el pasado me asesinaron, me prejuzgaron, me condenaron, me colgaron, me humillaron, me hirieron física y psíquicamente, me obligaron a arrastrarme. Pero no puedo negar que en algún momento yo pude hacer lo mismo con ellos. No en vano la materia con la que estamos hechos es la misma y la locura mora permanentemente en algún recoveco de nuestro cerebro. Es como el desván de una mansión victoriana. Puede estar lleno de telarañas, pero nunca sabes cuándo alguien va a abrir la trampilla y van a salir los fantasmas.

Bethlehem Royal Hospital, London, 1860. Photograph: Science & Society Picture Library/Getty Images

Ellos piensan que estoy loca. Yo pienso que los locos son ellos. Quizá el tiempo lo dirá. Hasta entonces, me andaré con ojo, porque cualquier día a mí también me encierran.


BEDLAM FAYRE

Crawling through the poison pool
Hiding eyes with bleeding hands
Every step another fool
Kings and Queens of sand

Over there an angry god
Violent brow and negligence
Making waves that can't be stopped
Unafraid of consequence

Chosen faith's a lottery
Heaven sent down forgeries
Miracles and travesties
Irreligion sows that seed

Staring through the Judas Hole
See what I can see?
Every covenant of souls
Drum roll payments paid to me...

Bethlehem to Bedlam Fayre - No one helps, no one cares!
Let the people mock and stare - See them run around, around, around

This place - So far gone
Darker than hell - A stagnant field of dreams
That face - Speaks to me
So much to say - But nothing’s what it seems

You're only human - Just mortal to me
You're only human – Just an earthbound disease!

Those eyes – Madness reigns
Acid tears – A constant stream of pain
That life – wasted here
Nothing left – No mourners, no name

You're only human - Just mortal to me
You're only human – Just an earthbound disease!

Bethlehem to Bedlam Fayre - No one helps, no one cares!
Let the people mock and stare - See them run around, around, around
Bethlehem to Bedlam Fayre - No one helps, no one cares!
Let the people mock and stare - See them run around, around, around
Bethlehem to Bedlam Fayre - No one helps, no one cares!
Let the people mock and stare - See them run around, around, around     


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...